10 recetas para una nueva era en el turismo
1. Turismo nacional
Ante la gran competencia entre destinos por captar turismo nacional, aquellos destinos que nunca lo abandonaron en sus políticas de promoción tendrán más ventaja competitiva. Avanzar hacia conceptos de inteligencia de destinos no significa abandonar buenas herramientas que ahora tendrían una gran utilidad, como la encuesta de movimientos turísticos de los españoles (Familitur).
Es el momento del marketing enfocado en generar productos y experiencias adaptadas al nuevo consumidor turístico y al retorno de la inversión.
2. Aire libre y naturaleza
Los destinos que más rápido se recuperarán serán los que tengan un portafolio de ofertas y experiencias basadas en productos al aire libre y en contacto con la naturaleza.
3. Rediseño de estrategia
Los destinos deberán de rediseñar sus estrategias, todas orientadas a mantener la oferta, el empleo. Nueva planificación, nuevo marketing y nueva gobernanza para esta era.
4. Garantizar la salubridad
La oferta deberá de incorporar las medidas tendentes a garantizar la sensación de salubridad, y se necesitarán las indicaciones y ayuda de la Administración al respecto.
5. Reinvención de cara al mercado nacional
Las agencias de viaje se tendrán que reinventar para vender producto al mercado nacional, trasladando confianza y flexibilidad. La cooperación con los destinos en comunicación cobrará más importancia.
6. Nuevas conductas de consumo
El cómo se desarrolle la apertura restringida de la actividad, después de la fase de confinamiento, va a ser clave para la normalización. El turista modificará sus conductas de consumo. Para que estas vuelvan lo más rápido posible a la normalidad es necesario que el sector adopte rápidamente medidas para garantizar la seguridad, la salubridad de los servicios turísticos, y la confianza del turista.
Las iniciativas públicas y normativas que ayuden a definir acciones concretas, y ayuden al sector a aplicarlas serán muy bien recibidas por la oferta y la demanda.
7. Impacto en toda la cadena de valor
Esta crisis no solo impactará en la desaparición de empresas que forman parte de la oferta, sino de todos los agentes de la cadena de valor (dinamizadores, y sectores relacionados). El sector exigirá la consideración del turismo en las más altas esferas de decisión política. La profesionalidad en la gestión pública será una exigencia.
8. Interacción público-privada
Es el momento para avanzar hacia modelos superiores de interacción público-privada. Las empresas serán más exigentes con la gestión del presupuesto público destinado a turismo, los modelos de gobernanza (patronatos, consorcios, mesas de turismo, clústeres, etc.) evolucionarán a modelos nunca vistos en España.
Lo esperable es que se generen modelos adaptados a las realidades del ciclo de vida de los destinos, mucho más coordinados. La gobernanza será un proceso clave para la adaptación a la nueva realidad turística y esto está vinculado a decisiones técnico-político-administrativas participadas y gestión profesional orientada a resultados.
9. Elementos diferenciadores
Los destinos con identidad propia, con elementos diferenciales respecto a la competencia, que garanticen además de la seguridad, la sostenibilidad natural y cultural serán más competitivos para captar mercado.
10. Desarrollo cualitativo antes que cuantitativo
Los objetivos de desarrollo cualitativos serán más importantes que los cuantitativos. Esta crisis nos aboca por obligación a optar por un modelo de desarrollo de turismo sostenible real.
La incorporación del impacto del turismo en el bienestar y desarrollo de la población residente, y de la sensación de colaborar en la misma por parte del turista se incorporará paulatinamente en el concepto de productividad y competitividad.